Cuando vuelves a un sitio que te encantó puede defraudarte... Lisboa no lo hizo. Me atrajo más si cabe; mil fotos lo demuestran.
No hubo rincón que no me provocara una mirada, que no me contagiara una sonrisa.
Muito obrigada, LISBOA. Volveré para vivirte, prometido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario