Resulta que me he vuelto a enamorar.
Sí, de golpe, hasta las trancas.
No recordaba cómo era eso de tener mariposas y de repente mi estómago rebosa de aleteos.
Y poco a poco, todo ha cambiado.
Sueñas otra vez. Sientes otra vez.
Y tu cuerpo, en barbecho estos años, se dispone a ser cultivado de nuevo. Sientes viva tu piel, tus labios, tus manos...
Esto lo escribí hace años y nunca lo publiqué; por pudor, por miedo... solo quería cruzar los dedos y que todo saliera bien.
Bueno, aquello ya pasó y ahora estoy en otros menesteres.
Quiero retomar este blog.
No sé aún para qué, pero me apetece. Quizás con fotos-textos, quizás con reflexiones, quizás curiosidades o quizás una mezcla de todo como siempre he hecho.
Hoy, 30 de junio de 2020, un año que nunca imaginamos tan difícil, retomo el mundo de libélula.
Y os doy, de nuevo, la bienvenida.